Tinta a luz – Aquella vez que reencarné en una baba

Por favor, disculpá la traducción tan bastarda* del título original, que en inglés sería That Time I Got Reincarnated as a Slime, o Tensei Shitara Slime Datte Ken, si preferís el título en japonés. La recomendación de hoy es un anime, basado en la novela ligera del mismo nombre.

Satoru Mikami es un hombre común y corriente, próximo a los cuarenta años, sin una vida romántica de interés, pero un trabajo estable. No tiene nada de qué quejarse. Un día, mientras se reúne con un amigo, de la nada aparece un sujeto con un cuchillo y lo apuñala.

Mientras agoniza, escucha una voz que toma nota de cada una de sus observaciones: el calor inicial por la sangre, el frío que lo consume, su arrepentimiento por no haber sido más agresivo en el amor… Lo próximo que sabe es que no siente su cuerpo. Tampoco puede ver ni oír, aunque sospecha que está vivo.

Tiene razón, claro: resulta que ha reencarnado, nada más y nada menos que en el cuerpo de una baba, o un slime. Se trata de uno de los monstruos más débiles en los juegos de fantasía, de esos que los jugadores novatos matan a montones para ganar puntos y experiencia en los niveles iniciales. Sin embargo, esta baba no se encuentra en un videojuego, sino en un mundo real, lleno de monstruos, aventureros, conspiraciones, reinos, poderes y hasta religiones en conflicto.

En su segunda vida, esta pequeña baba se hará amigo de un dragón, algunos reyes demonio (Demon Lords) y muchos aliados que, admirados por sus habilidades, así como por su personalidad gentil e inteligente, le seguirán. En este mundo, nuestra baba recibirá un nuevo nombre; así, Rimuru Tempest fundará y liderará una incipiente nación de monstruos.

Con una hermosa animación, una historia interesante y llena de giros, así como montones de momentos divertidos, TenSura (abreviación en japonés de esta serie) es uno de los animes del género Isekai más famosos del momento. Este tipo de historias parten de la misma premisa: una persona de nuestro mundo muere y reencarna en uno de fantasía idéntico a los videojuegos. Gracias al conocimiento que guardan de nuestro mundo, los protagonistas sobreviven con ingenio en una realidad más peligrosa y mágica, hasta convertirse ellos mismos en las criaturas más poderosas de esta segunda vida.

Hasta ahí, TenSura no ofrece ninguna novedad, pero tampoco lo necesita: cumple con la premisa del género a la vez que mantiene la intriga y el misterio alrededor de los nuevos retos que enfrenta Rimuru. La comedia de cada capítulo, además, convierte a esta serie en un momento de relajación ideal para quienes necesitan un break del día a día. Eso sí: las lágrimas llegarán en la segunda temporada.

Con eso dicho, aunque recomiendo muchísimo la serie -que también tiene OVAs, o capítulos extra, y hasta un spin-off– también soy partidaria del consumo crítico. Por eso mismo, también señalo aquellas cosas que no me gustaron; específicamente, la cosificación de la mujer. Milim, una reina demonio, es al mismo tiempo infantilizada y sexualizada (¡ugh!), con una ropita diminuta que apenas le tapa las nalgas; mientras que el primer atributo que reluce en escena cada vez que participa Shion son sus enormes pechos, a los que desde luego los animadores dedicaron mucho tiempo para que rebotaran contra todas las leyes de la física y la gravedad.

Y sí, más de uno dirá que es inevitable esta cosificación en un género de anime principalmente dirigido a hombres; y que el anime está lleno de ejemplos de infantilización sexualizada y cosificación de la mujer. Pero eso no significa que esté bien ni que nos tenemos que acostumbrar solo porque sí. Ojalá que en estos tiempos donde al menos somos más conscientes del daño que hace esta representación mediática a la mujer -¡y al hombre!-, los creadores de contenido hagan un poco más de consciencia para que poco a poco se vayan rompiendo estos estereotipos y situaciones de cosificación.

Al menos en mi caso, decido disfrutar la historia, pero siempre siendo consciente y crítica de aquello en lo que puede (y debería) mejorar; y también consciente de que la fuente original -la novela ligera- tiene también estas limitaciones.

Y vos, ¿has leído la novela ligera en que se basa este anime? ¿Has visto algún capítulo? No dudés de compartir tus comentarios al pie de esta entrada.

*Algunos traducen esta serie al español como Aquella vez que me convertí en slime, pero siento que pierde parte de la trama (la reencarnación) así. Entonces me tomé una pequeña libertad creativa.

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