En semana – Ensayo sobre la ceguera

Hoy te presento un libro del que huí por mucho tiempo. No sé si a vos te pasa, pero a veces escuchamos de libros muy famosos que nos intimidan: a veces, por esa fama; o quizá, porque son clásicos; o tal vez, porque se oyen complicados. Este es el caso del libro de hoy: Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago.

Un día, un auto se detiene delante de un semáforo en rojo; pero, cuando el semáforo pasa a verde, el vehículo sigue inmóvil por mucho que los conductores detrás le piten para que avance. El chófer sale asustado y anuncia al mundo que se ha quedado ciego. Así inicia una epidemia de ceguera blanca altamente contagiosa: basta con interactuar con un enfermo para perder también la vista.

Luego de que un oftalmólogo dé el aviso a las autoridades, iremos a un hospital con nuestros protagonistas -el oftalmólogo, su esposa, un niño, una bella chica con conjuntivitis, un matrimonio y un pillo-, en donde inicia la cuarentena. Aunque cada vez llegan más y más pacientes, no aparecen cura ni explicación alguna a esta ceguera. Las condiciones se deterioran, los vínculos se rompen, las autoridades se encrudecen y nuevas jerarquías se levantan entre los ciegos; todo en vano, porque el mundo afuera del hospital también ha caído presa de la pandemia y la anarquía.

Dicen que en un país de ciegos, el tuerto es rey. En este mundo cobijado por la ceguera blanca, solo una persona mantiene la vista: la esposa del oftalmólogo. Ahora ella se echará sobre los hombros la responsabilidad de cuidar a sus compañeros de cuarto en esta nueva realidad.

Cuando por fin me animé a leer esta novela (en época de COVID-19, por cierto; otra pandemia que también cambió nuestra forma de relacionarnos con las demás personas), me di cuenta de que tomé la decisión correcta a esperar el momento preciso para leerla. La novela es maravillosa, desde su planteamiento hasta sus personajes, pasando -desde luego- por el punto fuerte de la obra: la narración.

Con eso dicho, fue precisamente la narración lo que me mantuvo lejos de esta novela hasta ahora. No se trata de una novela sencilla de leer, por el uso del estilo indirecto en los diálogos y por la narración en chorro, apenas con signos de puntuación. Todo esto suma a la atmósfera de confusión y desaliento en este mundo enceguecido, lo que sin duda aumenta el encanto de la obra. Pero, también, esta misma narración podría confundir y apartar a lectores novatos -recién iniciados en el hábito de la lectura- o que gusten de textos con una estructura más clara.

Si, como yo, vos también huís de esta novela por la famosa complejidad de su reputación, te tengo un consejo: no te preocupés. Seguí lejos de esta novela el tiempo que lo necesités. Estoy segura de que, como yo, algún día por fin te animarás y encontrarás el placer en su narración. Sabrás entonces que tomasta la decisión adecuado de esperar por el momento en que estuvieras listo para esta lectura. Porque a veces pasa a eso: en ocasiones necesitamos estar listos para una novela en particular.

Sin duda, yo agradezco el tiempo que esperé para disfrutar Ensayo sobre la ceguera como lo merecía esta obra.

Si ya vos leíste esta novela, ¿tuviste la misma sensación que yo? ¡Contanos en los comentarios!

  • Título: Ensayo sobre la ceguera
  • Autor: José Saramago
  • Año de publicación: 1995
  • Páginas: 376
  • Editorial: Penguin Random House

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