
El viaje. A veces nos vamos (huimos) a un sitio más agradable con la esperanza de una vida mejor, aunque nuestro corazón (anhelo) se encuentre en el lugar de origen. El regreso, entonces, ¿es motivo de júbilo o de arrepentimiento? El gato de sí mismo es una novela en donde el viaje inicia como el escape (destierro) de nuestro protagonista, Germán Delgado, de una vida de discriminación en su propio hogar. Como gay, Germán contraría las expectativas de su ciudad natal, Cartago, y de su padre estricto y tradicionalmente patriarcal. Cabe aclarar que este viaje no fue decisión propia: a Germán lo echaron de su casa.
La discriminación que sufre en su juventud no se la puede explicar de manera lógica o racional, por lo que recurre a las alegorías de los cuentos de hadas. Cartago se convierte así tanto en la Francia del siglo XVII como en la Rusia zarista, mientras que su familia -y él mismo- se transforman en realeza. Así, Germán se metamorfosea en varias personalidades: Germitán, Hermann, Germán Germanóvich, etc.
El regreso de Germán a la casa donde se le discriminó se convierte en una historia entrenida y maravillosa gracias a las alucinaciones épicas del protagonista. Y digo alucinaciones porque, lamentablemente, esta respuesta esquizofrénica -con múltiples avatares, nombres y máscaras- es la única salida que encuentra Germán ante la invisiblización y no reconocimiento que su familia y la sociedad ejercen sobre él por su homosexualidad.
Así, el regreso a casa no es solo la parte final del viaje físico de Germán, sino también el viaje a su interior para reconocerse y saldar las cuentas pendientes consigo mismo. Es otro escape al dolor del retorno a donde no se le ama.
Recomiendo esta novela principalmente por dos elementos.
El primero: la voz que da a la identidad LGBTIQ en una sociedad patriarcal y machista. La primera vez que leí esta novela (por allá del 2015) fue también el primer acercamiento que recuerdo con la representación LGBTIQ en la literatura costarricense; es esta una voz llena de dolor, pero también de resiliencia. Recuerdo pensar que un corazón y una mente tan fragmentados como Germán/Hermann/Germitán tienen una fortaleza de acero para continuar luego de una historia que les ha herido tanto (como sucede con tantísimas personas LGBTIQ que sufren el rechazo de sus familias, amistades y sociedad).
El segundo elemento en la técnica narrativa. Además de las alegorías fantasiosas, te encontrarás guiños a géneros literarios diversos e irrupciones de cantos. Todo eso apoya a las imágenes tan oníricas de esta lectura. No sé si esto podría espantar a lectores que gusten más de historias directas en vez de tantas imágenes, simbolismo, alegoría y metáfora; pero a mí ¡me encantó! La verdad es que disfruté mucho la experiencia y cómo la construcción de esta historia me arrastró al viaje interno de Germán/Hermann/Germitán.
La novela obtuvo el Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría en el 2005 (en realidad, el autor, Uriel Quesada, ha obtenido este premio varias veces; ¡o sea, que es un escritor constante!), lo que te adelanta la calidad literaria que encontrarás en El gato de sí mismo. Si aún no te convencés de darle una oportunidad a la obra, quizás esto te anime: la encontrarás baratísima en ferias de libro y puestos de la Editorial Costa Rica, usualmente en paquetes de libros a bajo precio. Así fue como la encontré yo: de las mejores inversiones que he hecho en la vida.
- Título: El gato de sí mismo
- Autor: Uriel Quesada
- Año de publicación: 2005
- Páginas: 343
- Editorial: Editorial Costa Rica
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